Acabo de leer ¿Qué es la rendición de cuentas?, de Andreas Schedler. Es el tercer cuaderno de la serie Cuadernos de transparencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Se publicó en 2004 y se encuentra disponible como archivo PDF (48 páginas) en la sección publicaciones del sitio web del Instituto. El ejemplar que tuve en mis manos es la cuarta edición de Junio de 2007, que encontré en la biblioteca de una universidad local.
La definición que da Schedler en la página 18 es: “A” rinde cuentas a “B” cuando está obligado a informarle sobre sus acciones y decisiones (sean pasadas o futuras), a justificarlas y a sufrir el castigo correspondiente en caso de mala conducta.
A puede ser un empleado y B la empresa donde labora, o A es una empresa constructora y B uno mismo que la contrata para remodelar o construir una casa; A puede ser una instancia de gobierno y B los ciudadanos; o A puede ser el poder ejecutivo del gobierno y B el poder legislativo. La finalidad de la rendición de cuentas es regular y evitar el abuso.
Hay tres elementos, que pueden darse en mayor o menor grado, ejemplificando en el caso de que A es una instancia de gobierno y B los ciudadanos:
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Información: que el gobierno esté obligado a dar información y datos a los ciudadanos.
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Justificación: la obligación del gobierno de explicar y justificar públicamente las decisiones y acciones a realizar o las ya realizadas.
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Sanciones: castigar el desempeño inapropiado del gobierno.